Cartografía Corporal del Vacío
“Incluso el vacío es una especie muy sutil de cuerpo”
Jean-Luc Nancy
Jean-Luc Nancy
La pieza se propone abordar el vacío desde una perspectiva experiencial, a partir de la cual me planteo realizar una bitácora diaria analizando en qué zona del cuerpo percibo el vacío. Este ejercicio de identificación del vacío a nivel corporal funciona como metáfora del mismo concepto de vacío, y cada nueva inscripción va más allá de lo tangible, abarcando cuestiones anímicas, emocionales y mentales.
La cartografía consta de 32 fotografías base con las cuales dividí mi cuerpo en áreas que me permitieron localizar vacíos en zonas específicas. A partir de anotaciones en un diario, posteriormente, coloqué esas fotografías acompañadas de la fecha de inscripción del dato. El estudio se llevó a cabo a lo largo de 106 días.
Esta pieza fue planteada desde un inicio como un libro de artista, que permitiera a partir de los materiales físicos y concretos, darle cuerpo al estudio conceptual de un cuerpo vacío. En esta propuesta de formato, cada página existe independientemente de la otra pero es interdependiente de la pieza como tal. Esto me permite mostrar cómo se conforma un cuerpo a partir de una colección de vacíos que se formulan como un conjunto, que a su vez se puede extender y leer como un mapa, desglosando espacialmente en distintas partes al cuerpo y al tiempo del ejercicio.






Vistas y detalles de la exposición individual “Cartografía Corporal del Vacío”
The Stendhal Room, Madrid
Abril-Mayo 2025
The Stendhal Room, Madrid
Abril-Mayo 2025
“Contar el tiempo para tener el control de eso que se escapa sin remedio. Contar el tiempo para no perderse, para no sentirse tan perdido, para sentir cómo es su rítmico acontecer lo único que parece mantenerse sin cambios ni alteraciones cuando se enfrenta un nuevo presente y el cuerpo habita en una nueva latitud. Un día a día donde la experiencia de un cuerpo revela a través de su imagen el vacío que se encarna, ese que nos constituye y que por lo tanto llevamos a donde lleguemos. Contar el tiempo no en minutos sino con treinta fragmentos de cuerpo.
(…)
Fernanda nos permite con esta cartografía que oscila entre lo propio y lo colectivo, encontrar una forma de proximidad donde nuestras intimidades coincidan. Al desnudar su intuición nos sugiere a cada uno de nosotros aquello que podemos y debemos contemplar en nuestro propio interior: los gestos no intencionales, el sentido de la posibilidad.”
- Fragmento del texto de sala escrito por Angélica María Zorrilla








